¡Hola, guapa!

Feliz martes. Estoy regresando de Cuernavaca. Este fin de semana tuve una boda y aunque me la pase padrísimo, tuve grandes lecciones (estaré hablando de ellas en el próximo videoblog). Por lo pronto te comparto una foto de mi vestido que me gustó mucho. Es un vestido que me había comprado hace como dos años y nunca me pude poner porque no estaba en un peso en mi cuerpo en el que me sintiera cómodo poniéndomelo.

Hoy gracias a mi método “Espiritualmente Fit” he logrado ir bajando poco a poco y estoy muy amorosamente regresando a mi cuerpo fit que tanto extrañé, un día a la vez. Hoy mi cuerpo espiritualmente fit luce así:

Nada llena más mi alma que saber que estoy empezando a vivir en un cuerpo y peso que está en alineación con mi alma y me permite traer mis dones mucho más fácilmente al mundo porque estoy dejando de comer adictivamente.

Si has estado siguiendo mi blog, sabrás que los últimos meses he estado investigando y aprendiendo mucho sobre cómo funciona mi cerebro alrededor de la comida (desde una perspectiva científica), y he tomado la decisión amorosa, de comenzar un nuevo estilo de alimentación que va de acuerdo y me apoya a cumplir con mis objetivos de sentirme libre y en paz con la comida.

En esta ocasión quiero platicarte acerca de un nuevo descubrimiento que tuve hace poco y me está ayudando a regular el azúcar en mi sangre de manera que mis antojos han reducido muchísimo y me siento satisfecha por mucho más tiempo.

Medité y –sea espiritual o no– el no saber equilibrar mi vida espiritual con este nugget de sabiduría, impedía que pudiera del todo sanar mi relación con la comida. Así que aquí te va este nuevo nugget de sabiduría nutricional para sanar tu cerebro cuando hablamos de ser susceptibles al pull de comida adictiva.

En este video comparto contigo la simple acción que me está permitiendo que mi cerebro sane todavía un poco más a tener tantos antojos, pero sobre todo, este simple cambio me está ayudando a sentirme mucho más satisfecha por más tiempo!

En los comentarios abajo de este blog, dime: ¿Cómo te sientes tú (en hambre y antojos) después de tomarte un smoothie? Si no lo habías considerado, empieza a notarlo. 🙂